Decir bordonero en Plasencia es decir caminante desde que se fundó hace casi tres años la asociación de senderismo El Bordón. Lo que empezó siendo la invitación de unos pocos a subir al Puerto en grupo ha acabado enganchando a cientos de placentinos. 1.001 para ser exactos y el bordonero 1.001 ha resultado ser un norteamericano, Kristopper Mininger, al que su mujer, primero, y el clima además de la naturaleza, después, cautivaron para llevar viviendo seis años en tierras placentinas.

"Para ser bordonero basta con venir un solo día a caminar con nosotros" explica el alma de El Bordón, Jesús Muñoz, y eso es lo que hizo el norteamericano el domingo pasado invitado como guía en inglés de la ruta por El Torno y Casas del Castañar. Una semana después toca hoy otra caminata bilingüe, esta vez en francés, para recorrer el parque de Cornalvo y Montánchez. La de las rutas guiadas en otro idioma ha sido una de las últimas novedades de El Bordón pensada para que los socios puedan tener un rato de conversación con nativos al aire libre.

Otra de las curiosidades, cuenta Muñoz, es que mientras la asociación iba creciendo se decidió reservar las centenas para personalidades que participaran en las marchas aunque solo la primera está ocupada y corresponde a la alcaldesa, Elia María Blanco. Fijos, sin embargo, son ya muchos placentinos los que acuden a la cita semanal los domingos por la mañana. "Ya somos un grupo de amigos" aunque a renglón seguido, matiza Muñoz, que quien quiere caminar en silencio también tiene un lugar en El Bordón. "Todo surgió para que la gente que subía al Puerto a caminar tuviera la oportunidad de hacerlo en grupo, si le apetecía, y ahora hemos superado los mil bordoneros y recorremos Extremadura entera o lo que se nos ponga".

Una iniciativa que se ha popularizado en Plasencia y tiene su sitio en la red. "Tenemos el caso de una mujer a la que han trasladado por motivos de trabajo y antes de desplazarse a Plasencia, ya nos ha pedido por correo electrónico plaza para participar en las próximas rutas". Porque los interesados pueden conocer el calendario de actividades vía internet y reservar plaza. Ser socio no cuesta nada y solo hay que aportar dinero si la excursión requiere de transporte. Así funciona la asociación de senderismo que tiene en su socio 1.001 a todo un caminante que lo mismo está en ello que en Madrid dando un concierto con su grupo de jazz. Es, por cierto, coautor de una guía cultural del caminante bilingüe de Plasencia a Tornavacas, la misma comarca que selló su vinculación con El Bordón. Lo que a este joven de Filadelfia que se define más como ciudadano del mundo le hace sonreír cuando se le pregunta si él es el bordonero 1.001 , el mismo que saca la cabeza al grupo de socios habituales de las marchas que posó con él en la foto.