La alarma de incendios de la plataforma Deepwater Horizon que explotó el pasado 20 de abril en el golfo de México y que provocó el peor vertido de la historia de EEUU llevaba meses desactivada, incluso antes del accidente. Así lo ha asegurado un exempleado de la plataforma.

Mike Williams, técnico jefe de los sistemas electrónicos, explicó ayer ante una comisión de investigación en Nueva Orleans que que el sistema de alarma instalado en la plataforma para alertar de fuego o de alta concentración de productos tóxicos estaba programado para no sonar.

Williams, que sobrevivió al accidente en el que murieron 11 trabajadores, indicó que el sensor funcionaba pero no estaba preparado para que se activase la alarma en situación de emergencia. Así, el dispositivo enviaba información a un ordenador, pero este no estaba preparado para activar la alarma aunque hubiese peligro.

ESTADO "CALAMITOSO"

Según este exempleado de Transocean, la empresa suiza propietaria de la plataforma que operaba BP, los responsables de la plataforma habían dado la orden de desactivar el sistema porque "no querían despertar a la gente a las tres de la madrugada con falsas alarmas". Deepwater Horizon se hundió el 22 de abril, dos días después de un enorme incendio que comenzó precisamente durante la noche.

A juicio de Williams, si el sistema hubiera estado operativo, habría detectado el incremento en la acumulación de gas y habría alertado a los trabajadores de la necesidad de evacuar la plataforma antes de la primera de dos explosiones en la misma. Añadió que el sistema estaba en un estado "calamitoso" cuando él comenzó a trabajar en la plataforma en el 2009 y que muchos de los detectores eran defectuosos.

TRABAJOS SUSPENDIDOS

Mientras, BP mantiene hoy suspendidas sus operaciones de lucha contra el vertido de crudo en el Golfo de México ante la llegada inminente de la depresión tropical Bonnie. La tormenta, que perdió fuerza al atravesar Florida, podría volver a cobrarla hoy a su paso por las aguas del golfo, antes de tocar tierra en Luisiana esta noche o mañana por la mañana.

Las autoridades estadounidenses han dado permiso a la petrolera para que mantenga cerrado el pozo mediante la campana de contención instalada hace dos semanas y actualmente en período de pruebas. Si la tormenta es lo suficientemente fuerte, también podrían abandonar la zona los barcos que supervisan el comportamiento de la campana. Han quedado paralizadas también, a la espera del paso de Bonnie, las obras de perforación del pozo auxiliar que se considera la solución definitiva al vertido, y que se esperaba que se pudiera terminar para el 27 de julio.