TEtn 1418, Filippo Brunelleschi ganó el concurso para construir la cúpula de la catedral de Florencia, la obra magna del Renacimiento, y en 1968, los hermanos Ibáñez de Malpartida de Plasencia ganaron el concurso nacional de albañilería construyendo otra cúpula. La diferencia estriba en que Brunelleschi, que era hijo de un notario, estudió matemáticas, arquitectura y las construcciones antiguas de Roma además de ser un genio, mientras que los hermanos Ibáñez Garzón aprendieron el oficio de paletas en Malpartida de Plasencia observando a sus mayores y sin asistir a cursos de formación ni cursar estudios. Estoy convencido de que el Renacimiento italiano hubiera sido aún más espectacular si Malpartida de Plasencia hubiera estado en la Toscana y Miguel Angel, Vasari y Giotto hubieran contado con cuadrillas chinatas para levantar sus galerías y palacios.

En Malpartida de Plasencia, el 60% de la actividad económica gira alrededor de la construcción. Las cuadrillas de albañiles del pueblo han ganado este año los concursos de albañilería de Valencia de Alcántara y Cáceres. Además de la cúpula premiada de los hermanos Ibáñez Garzón, está el primer premio nacional de 1973 de los hermanos Fernández Vivas y el caso de Antonio Fernández, que ha participado en 101 concursos de albañilería desde 1967, ganando 25. Otras 25 veces quedó segundo y las mismas se quedó en tercer lugar. De Malpartida es Juan Muñoz, gerente de Construcciones Aesa y también son chinatos varios socios de Magenta . Ahora sólo falta un Brunelleschi.