Ha habido sugerencias positivas pero a primera vista no parecen suficientemente sustanciales» y «sin medidas nuevas y efectivas, en muchos casos los estándares de calidad de aire seguirán excediendo durante meses y años, incluso más allá del 2020».

Para Karmenu Vella, comisario europeo de medioambiente, los compromisos políticos ofrecidos por los nueve estados miembros citados ayer en Bruselas para buscar soluciones al problema de la contaminación, incluida España, no son suficientes. De modo que o presentan nuevas propuestas la próxima semana o acabarán ante la justicia europea.

Dicho de otra forma, a la Comisión Europea se le ha terminado la paciencia. Los plazos para respetar y cumplir con la legislación europea que fija umbrales máximos en las emisiones de dióxido de nitrógeno y de partículas PM10 hace tiempo que se superaron. «Algunos dicen que hemos esperado demasiado tiempo. No podemos esperar más y se lo he dejado claro a los ministros», avisó Vella tras el encuentro con representantes de la República Checa, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Rumanía, Eslovaquia, España y Reino Unido.

LOS PEORES ALUMNOS DE LA UE / Estos nueve estados miembros, los peores alumnos de la UE en el tema de la calidad del aire, tienen hasta la próxima semana para presentar propuestas nuevas.

«Ante el fracaso prolongado, urjo a todos los estados miembros a que afronten este problema con la urgencia que requiere», reclamó. Si no responden al llamamiento de Bruselas, el siguiente paso será una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE que podría terminar en multas. «La inacción tiene consecuencias para los ciudadanos y para el aire que respiran. También tiene consecuencias legales. A los ministros se les han recordado estas responsabilidades y las consecuencias legales», explicó el comisario maltés. Cada año, más de 400.000 personas mueren de forma prematura en la Ue y millones sufren problemas respiratorios y cardiovasculares por causas vinculadas a la contaminación.

Un problema del que no está exenta España, que se enfrenta actualmente a dos procedimientos de infracción por incumplir los límites de dióxido de nitrógeno y también de las partículas PM, que según estimaciones de la Agencia Europea del Medio Ambiente provocan unas 30.000 muertes prematuras cada año, 23.000 debido a las partículas y 6.500 al dióxido de nitrógeno.

El Gobierno de Mariano Rajoy se defiende e insiste en que, en el caso de España, no se trata de «un problema generalizado» porque afecta solo a «determinadas zonas geográficas bien acotadas», tal como justificó la representante enviada a la reunión en sustitución de la ministra Isabel García Tejerina, la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García. Según explicó, desde el año 2010, España ha pasado de incumplir los niveles máximos en ocho zonas a cinco (datos del 2016), lo que significa «una mejoría». Concretamente, en el caso de las partículas finas PM10, los umbrales máximos se superan en dos zonas muy concretas, en Avilés (Asturias) y en Villanueva del Arzobispo (Andalucía).

En el caso del dióxido de nitrógeno, los problemas, según la secretaria de Estado, se circunscriben a Madrid y a varias zonas del área metropolitana de Barcelona. Entre las áreas problemáticas, la Comisión sitúa varias aglomeraciones en Andalucía, el centro de Asturias, Gijón y Barcelona, en las que se habrían superado de forma sistemática los niveles de PM10 del 2005 al 2012.