Los novilleros de la matinal persiguieron el triunfo, que no completaron ante seis novillos de María José Barral, bonitos de hechuras, que dieron juego desigual. El mejor fue el quinto.

Israel Lanchó, malogró con el descabello una faena en la que primó el aguante. Lo mismo que ante el cuarto, muy exigente y un punto violento, al que cortó un trofeo.

Ambel Posada manejó el capote con soltura y se mostró animoso con la muleta ante el quinto, sin acabar de redondear faena pues faltó ajuste, aunque lo mató bien y le cortó otra oreja.

Cayetano tuvo un primer novillo inválido, ante el que poco pudo hacer. Tampoco fue un modelo de entrega el sexto y, sin embargo, corriendo la mano con suavidad, muy despacio, y acompañando muy bien con la cintura, lució en alguna serie en redondo de alto contenido estético y logró un trofeo.