Si la pléyade de bufetes estadounidenses que se han lanzado a por las víctimas de la catástrofe de Barajas hubieran organizado esta cacería en su país estarían detenidos y puestos a disposición judicial. La Ley de Asistencia a las Familias de Desastres de la Aviación aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en 1996 tipifica como delito las "comunicaciones no solicitadas" con los familiares de víctimas o las propias víctimas de accidentes en los primeros 45 días tras el siniestro.

La falta de una regulación nacional o europea sobre la cuestión propicia que estos abogados hagan aquí lo que no pueden hacer en su casa, sin que por ahora ni los colegios profesionales ni el Ministerio de Justicia españoles hayan intervenido.

Y no es que en España exista barra libre. El código deontológico impide a los abogados españoles buscar clientes de modo activo. Hasta hace un tiempo ni siquiera podían anunciarse en los medios de comunicación. "Si hiciéramos como los yanquis, el colegio nos crujiría", explica gráficamente un letrado madrileño especializado en siniestros aéreos. Pero como son estadounidenses en España, no les son de aplicación las leyes de allí ni los códigos de aquí.

Las escandalosas técnicas de acoso a las familias de víctimas que estaban llevando cabo algunos bufetes fue lo que llevó a los legisladores a prohibir la agresiva actividad, denunciada desde finales de los años 80 por la American Bar Association (equivalente a un consejo de la abogacía federal).

LA SUPLANTACION El caso más relevante lo protagonizó Manuel von Ribbeck, el primero de los abogados en convocar a la prensa en Canarias por el accidente del MD-82 Spanair. El periodista del Chicago Sun Times Abdom Pallack, entrevistó en febrero del 2006 a un pescador de las Bahamas que conoció a Ribbeck uno o dos días después de haber perdido a su esposa y a su hija pequeña en un accidente aéreo ocurrido a finales del 2005 en Miami Beach.

El pescador relató al periodista que caminaba frente a un club de pesca cuando se le acercaron un hombre y dos mujeres. "Me dijeron que era de la Cruz Roja, que estaban ayudando a las familias que habían sobrevivido a la catástrofe, sea lo que fuera que necesitaran". Después el hombre, que resultó ser Ribbeck, le entregó un folleto y una tarjeta de visita del bufete donde trabajaba, asegurándole que tenía mucha experiencia en la defensa de víctimas de siniestros aéreos.

"Intentamos que la comisión disciplinaria de la asociación de abogados de Illinois --lugar de residencia de Ribbeck--, actuara, pero como el familiar vivía fuera de Estados Unidos, en las Bahamas, no hicieron nada", explicaba ayer por teléfono Abdom Pallasch.

POSIBLES SANCIONES El periodista del Chicago Sun Times apunta la posibilidad de que las actuaciones en España de Manuel von Ribbeck con las víctimas de la tragedia de Barajas en España le puedan acarrear algún tipo de sanción. "Tiene su licencia en Illinois y se supone que debe seguir las reglas y la ley de Illinois. Quizás esté violando su licencia y podría ser expedientado", apuntó. Ribbeck también le ha denunciado a él por el artículo, pero la demanda está a punto de ser desestimada.

Pero hubo más casos polémicos. El propio Ribbeck fue denunciado en Australia por ofrecer dinero a las víctimas para que les firmaran el contrato y en Indonesia por usar "otras tácticas indebidas". En el año 2006, tras un accidente de aviación en Kentucky en el que fallecieron 49 personas, varios bufetes de abogados insertaron tres anuncios en un periódico local buscando a las familias de las víctimas. Ante las críticas despertadas, dos firmas retiraron sus anuncios y el diario --pese a no estar violando ninguna ley-- retiró el tercero. Los nueve miembros de la comisión de publicidad del Colegio de Abogados estatal realizaron una votación en la que determinaron que la publicidad "no cumplía" con sus normas.

Se trataba de un terreno pantanoso, pues la ley prohíbe la comunicación directa con las familias, pero no la publicidad. Bruce Davis, director ejecutivo del colegio de abogados, reconocía en unas declaraciones la dificultad de abordar el conflicto. "En mi opinión los anuncios eran absolutamente de muy mal gusto, pero no podemos regular el mal gusto", le dijo al Lexington Herald Leader .

FALSOS INVESTIGADORES En Canarias no han llegado a insertar anuncios, pero cuatro de los cinco bufetes que se han desplazado a las islas han convocado ruedas de prensa y han lanzado comunicados en los que han vendido su producto sin apenas haber logrado ni un contrato entre los familiares. "Es otra forma de publicidad, incluso más barata", se lamenta un jurista español.

Otra técnica habitual que han trasladado a Canarias los bufetes estadounidenses es la de presentarse junto a supuestos investigadores que en realidad no son más que los detectives contratados para localizar los teléfonos y domicilios de los familiares. Con ello logran apariencia de experiencia técnica.

REPUDIADOS EN SU PAIS En su propio país de procedencia, los Ribbeck, Podhurst Orseck, Matews y Gallagher son repudiados por el común de sus colegas que los califican despectivamente de persigueambulancias y consideran que "son una vergüenza" para su profesión.