Manuel Sánchez Delgado, el último referente del fútbol extremeño, disfrutó ayer con los 130 chicos que han participado en el Campus del Atlético de Madrid, que se clausura hoy. Manolo no regateó autógrafos ni eludió hablar sobre la situación del fútbol regional.

--Se le ha visto disfrutar con los chavales...

--Es una alegría compartir este campus con los niños. Ha sido todo un éxito; los chicos están contentos, los padres también... y se ha fomentado la amistad y la convivencia con lo que más les gusta, que es jugar al fútbol.

--Acaba de sacarse el carnet de entrenador junto a los futbolistas de su generación: Guardiola, Luis Enrique, Nadal...

--Llevo una escuela de fútbol de la AFE en Madrid y acabo de sacarme el carnet de entrenador nacional. Ahora, a esperar que alguien me ofrezca una oportunidad para entrenar.

--Supongo que lo estará deseando. ¿Tienes algo en mente?

--Por el momento nadie se ha puesto en contacto conmigo, pero tengo una virtud, que es la paciencia. Ahora sólo queda esperar y aprovechar la oportunidad cuando llegue.

--Es una voz autorizada para hablar sobre la situación del fútbol en la región, ¿cómo lo ves?

--Lo veo en una situación delicada. Lógicamente no es como hace ocho o diez años, cuando había equipos en Primera o en Segunda y compitiendo al más alto nivel. Estamos en época de vacas flacas. Esperemos que se reconduzca la situación.

--Si, pero, ¿qué se necesita?

--Hay que acertar en diferentes aspectos. Que haya una buena política de fichajes, consolidarse en el aspecto institucional y mucha paciencia, porque de esta manera los resultados llegarán.

--¿Puede ser que en algunos casos la conversión en sociedades anónimas haya hecho más daño que beneficio?

--El tema de las sociedades anónimas, para unos habrá sido positiva y para otros no. Lógicamente, lo que hay que llevar es una buena gestión deportiva y económica, así el éxito estaría asegurado.

--La gente estaba ilusionada con la posibilidad de que Manolo encabezara el fallido proyecto del Cacereño ¿Estaba dispuesto?

--Era un proyecto serio y muy ilusionante. Doblas apostaba por mí como entrenador y yo estaba preparado para empezar. Habrá que esperar acontecimientos.

--Con el Cacereño y con Cáceres tiene una vinculación emocional que le impediría decir que no...

--Claro. Yo soy de Cáceres, lo llevo en el corazón. Siempre me he considerado cacereño y del Cacereño, por lo tanto sería bonito algún día entrenar al este equipo; sería uno de mis sueños.