--¿Por qué hay que replantearse la financiación?

--Porque el sistema, que decidió unilateralmente el Gobierno para cumplir los acuerdos firmados con la Santa Sede, se ha quedado corto.

--Pero los presupuestos ya destinan cada año un complemento a la asignación presupuestaria.

--En el último año del que hay datos definitivos, 2003, la ayuda estatal por esta vía ascendió sólo a 19,8 millones, lo que significa que cada español aportó 0,45 céntimos de euro.

--El Estado entrega 2.500 millones anuales a las escuelas católicas a través de conciertos.

--La Iglesia ayuda al Estado con sus servicios. Si mañana decidiera cerrar los colegios, al erario le costaría mucho más escolarizar a esos alumnos.

--Con Aznar, tampoco mejoró la situación económica de la Iglesia, más bien empeoró.

--Sí, entre el anticlericalismo de unos y el temor de otros a ser vistos como acólitos de la Iglesia, el problema está por resolver. Con el PSOE llegamos antes de 1996 a acuerdos fiscales muy satisfactorios y con el PP se creó la ley del mecenazgo que también nos ayudó, pero el sistema de financiación no se arregló.

--No se reconoce la aportación de la Iglesia a la sociedad.

--No se valora su trabajo, como tampoco se hacía con el de las madres que cuidaban a las abuelas y hemos tenido que hacer una ley, la de dependencia, dotaba de miles de millones de euros. El Estado colabora con la actividad social de la Iglesia, pero no paga esos servicios.

--Póngame un ejemplo.

--Hay 130 capellanes y 2.700 voluntarios en las cárceles haciendo un trabajo de reeducación. Y el Gobierno nos entrega 600.000 euros por toda la labor penitenciaria.