Tiene solo 18 años. Sin embargo, Adrián A. O. dirigía la que los Mossos d´Esquadra han calificado como "la banda de aluniceros más activa de Cataluña". El grupo, cuya desarticulación fue anunciada ayer por la policía autonómica, llevó a cabo 43 robos que le permitieron hacerse con un botín millonario. Su área de operación era Barcelona y alrededores, según explicó ayer el responsable del área territorial de investigación de los Mossos, el inspector Ramon Grassa. Tras cinco meses de pesquisas, los policías han logrado detener a los 10 integrantes de la organización, todos ellos españoles.

El grupo siempre empleaba el mismo modus operandi para cometer los robos. Tras decidir qué establecimiento iban a asaltar, el grupo robaba un coche en la vía pública. Por la noche, llevaban a cabo el alunizaje , es decir, se lanzaban a toda velocidad con el vehículo robado contra el escaparate del local, que se rompía por el impacto. A veces finalizaban el trabajo con mazas. Para que no pudieran identificarles, los delincuentes llevaban pasamontañas y guantes.

ENTRE TRES Y CINCO VEHICULOS Uno de los objetivos favoritos de la banda eran los concesionarios de coches de lujo cuyo asalto planificaba al detalle Adrián A. O. que, pese a su edad, es un viejo conocido de los Mossos por protagonizar una intensa carrera delictiva que comenzó con el robo de bares y restaurantes tras forzar las persianas metálicas. En su nueva dedicación delictiva, el joven cabecilla elegía el objetivo y buscaba una ruta rápida para huir del lugar. En cada una de esas acciones, la banda era capaz de sustraer entre tres y cinco vehículos de lujo.

La organización revendía los automóviles robados en el mercado negro. De hecho, en el momento de la detención los agentes lograron incautarse de 30 de los 53 vehículos que la banda robó y que tenían un valor total de 1,7 millones de euros. Los ladrones consiguieron colocar los 23 coches restantes. No obstante, la investigación sigue abierta con la intención de obtener pistas que permitan localizar esos vehículos.

Con los ingentes beneficios que obtenían con la venta de los automóviles robados, los miembros de la red comandada por el joven Adrián podían permitirse llevar un lujoso tren de vida. La banda utilizaba también el método del alunizaje para asaltar otro tipo de comercios, como tiendas de ropa de marca, de electrodomésticos, de electrónica, perfumerías e incluso estancos. A la espera de vender el material que conseguían, almacenaban todos los artículos en un piso franco donde residían varios miembros de la banda.

DE TODAS LAS EDADES Este activo grupo delictivo estaba formado por delincuentes de todas las edades, incluido un hombre de 61 años. Los componentes más jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, llevaban a cabo los alunizajes , mientras que los más veteranos, de entre 35 y 61 años, se encargaban de vender todos los objetos robados en el mercado negro.