Los Mossos han detenido a 10 personas de nacionalidad paquistaní que formaban parte de una banda dedicada al tráfico de drogas en zonas de ocio de la ciudad de Barcelona. Los arrestados, que protagonizaron varios enfrentamientos violentos con otro grupo con el que se disputaban las zonas de venta, iban encubiertos como lateros.

La investigación arrancó en abril de este año después de que los Mossos tuvieran conocimiento de que se habían producido dos peleas muy violentas protagonizadas por grupos de ciudadanos de origen paquistaní que se dedicaban a la venta de bebidas alcohólicas en la calle . La primera se produjo el día 7 en Badalona, y la segunda el día 15 en la playa de la Barceloneta. De estas trifulcas hubo varias personas heridas por arma blanca.

Las pesquisas permitieron corroborar que no eran hechos aislados, sino que dos grupos que pugnaban por el control de la venta ambulante de bebidas y drogas en las zonas del Port Olímpic, Barceloneta, plaza Reial y la calle de Escudellers, por lo que se había producido estas peleas.

Abortado un homicidio

Una vez puesta en marcha la investigación, el 20 de junio se llevó a cabo un primer dispositivo policial que permitió detener a los 15 miembros de uno de los grupos, a los que se les imputaron los delitos de tentativa de homicidio , delitos de lesiones, delitos de obstrucciones a la justicia, pelea tumultuaria, robo con violencia. El mismo día se practicaron los registros en diferentes domicilios que el grupo disponía en Barcelona y Sant Adrià de Besòs y se intervinieron diversas sustancias estupefacientes: MDMA, cocaína y marihuana. Con las detenciones se abortó también un homicidio que el grupo tenía planificado llevar a cabo en Pakistán.

La segunda fase de la investigación se inició en el mes de julio y permitió identificar a los miembros del segundo grupo que estaba formado por 15 paquistanís, entre los que habría menores de edad. Los agentes comprobaron que también se dedicaban a la venta ambulante de bebidas para encubrir el tráfico de drogas pero que, a diferencia del primer grupo que ocultaba las sustancias en pisos, en este caso las escondían en la vía pública muy cerca los lugares donde realizaban las transacciones.

El día 20 de septiembre se estableció un dispositivo policial en Ciutat Vella para desarticular la banda. En el operativo se detuvieron a 10 hombres y tres más quedaron como investigados. Pasaron a disposición judicial el 21 de septiembre y el juez decretó su ingreso en prisión.

Una estructura y funciones perfectamente delimitadas

La investigación ha permitido relacionar los hechos y acreditar que las bandas disponían de una sólida estructura con reparto de funciones y tareas. El líder contaba con el apoyo de varios "encargados de zona" que coordinaban operativamente las ventas de sustancias estupefacientes enmascarados en una aparente actividad de comercialización de bebidas en lata. Los encargados también se ocupaban de planificar las agresiones a grupos rivales. Ambas bandas traficaban con todo tipo de sustancias estupefacientes: marihuana, hachís, cocaína, heroína y MDMA, los destinatarios de la venta eran principalmente turistas alrededor de las zonas de ocio.