Durante años, Pietro Matranga fue el hombre de la mafia siciliana que controló el mercado de la cocaína en Milán. Tanto es así, que acabó siendo bautizado como el broker de la coca. Su fama creció al hacérsele responsable de la compra en Suramérica y posterior envío a Italia, vía España, de ingentes cantidades de esa droga que eran comercializadas por la Cosa Nostra. Buscado por la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) en los 80, fue juzgado en el macroproceso contra el capo mafioso Michele Greco. La dilatada carrera criminal de este hombre de 58 años tocó a su fin el miércoles tras ser detenido por el Cuerpo Nacional de Policía en Roda de Barà (Tarragona), donde se había refugiado junto a su hermano, otro mafioso, tras huir de prisión.

En Tarragona, se cambió de piso varias veces --todas ellas eran viviendas facilitadas por sicilianos residentes en Tarragona-- y, para no ser descubierto, se dejó un enorme mostacho. Trataban de borrar el rastro de su huida.

Matranga llevaba oculto en Cataluña desde finales de octubre, a donde había huido después de no regresar de un permiso penitenciario de 12 horas que, por motivos médicos, le habían concedido el 26 de octubre en la cárcel italiana de Bollate, en Milán, donde cumplía una condena de 30 años por la importación de un cargamento de 400 kilos de cocaína desde Suramérica.

A CASA POR NAVIDAD Primero se refugiaron en casa de un siciliano en Torredembarra (Tarragona). Sin embargo, el exceso de confianza venció a Gioacchino, que fue detenido en Milán, a donde había regresado para pasar las fiestas navideñas. Miembros de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, en colaboración con agentes de la Squadra Mobile de la policía italiana, tiraron del hilo y acabaron localizando la vivienda en la que residía en Torredembarra.

Para entonces, Matranga ya se había mudado. Al final fue localizado en Roda de Barà. Al ver la presencia policial, Matranga intentó huir, pero fue acorralado por el dispositivo de vigilancia.Según la policía italiana, Matranga, más pragmático que su hermano, en lugar de intentar regresar lo que pretendía era reactivar su red de contactos en España y Suramérica para volver a organizar envíos de cocaína.