Flower Power. Así se llamaba en los años 60 al movimiento hippy. Y así, casi medio siglo después, han decidido bautizar los responsables de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Cataluña la investigación que, con el apoyo del Cuerpo Nacional de Policía y de la Agencia Tributaria, les ha permitido interceptar el mayor alijo de cocaína (más de dos toneladas) introducido nunca en Europa por vía aérea.

La razón del uso del término Flower Power obedece a que las pesquisas se iniciaron el año pasado tras detectar la Guardia Civil la intención de un cártel colombiano de usar la exportación de flores cortadas como tapadera para el traslado de droga. De hecho, a modo de prueba, la red llegó a realizar un primer envío de rosas por vía aérea. En esa ocasión, solo se transportaron flores, lo que llevó a los investigadores a dejarles continuar con su actividad a la espera de que realizaran el gran envío. Este llegó el 23 de diciembre, cuando un avión de carga aterrizó en el aeropuerto de Foronda (Vitoria). Tan pronto tocó tierra, la aeronave fue rodeada por policías nacionales y guardias civiles. Los agentes encontraron 2.016 kilos de coca de gran pureza camuflada en los palés que transportaban 47.000 kilos de flores.

Cerca del aeropuerto fue localizada una nave industrial que iba a ser empleada para separar la droga. Trece personas fueron detenidas en las posteriores redadas llevadas a cabo en Vitoria, Barcelona y Madrid. En Barcelona fue arrestado un abogado que había sido contratado por el cártel para gestionar la empresa que debía recibir el cargamento de flores y posteriormente distribuir la droga. Desde el aeropuerto la droga iba a ser enviada a esa empresa en Barcelona y, desde allí, se iba a distribuir por España camuflada en paquetes de flores. También en Barcelona fueron detenidos el testaferro y el administrador de una empresa tapadera cuya función era la de blanquear el dinero obtenido con la venta del estupefaciente.

MERCANCIA PERECEDERA Fuentes cercanas al caso explicaron que el cártel optó por camuflar la droga entre una mercancía perecedera como las flores porque, para evitar que caduquen, los trámites aduaneros son rápidos. La elección de Vitoria se debió a que pensaban que la carga pasaría desapercibida en uno de los aeródromos que más tráfico de mercancías registran. Esas fuentes dijeron que es la primera vez que se intercepta un avión fletado de forma exclusiva por un cártel para enviar droga.