Se escondían tras el negocio de la ropa falsificada de marca, muy popular entre los que viajan a Melilla, pero en realidad se trataba de un negocio de tráfico de hachís en el Estrecho que podría haber blanqueado hasta 350 millones de euros (58.235 millones de pesetas) en los últimos años a través de cuentas en China y el Sudeste asiático. El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a 19 personas en Melilla, Ceuta y Málaga, entre ellos un abogado, y se ha incautado de automóviles de lujo y viviendas en varias ciudades.

La investigación comenzó en septiembre del 2003, al descubrirse en Melilla una serie de grupos relacionados con el tráfico de drogas por el Estrecho que ingresaban en diversas entidades bancarias españolas --radicadas en el sur del país-- importantes cantidades de dinero en efectivo que, luego, transferían al sudeste asiático con la excusa de la importación de mercancías. Los destinatarios eran empresas dedicadas a la exportación o elaboración de falsificaciones de repuestos de automóviles y ropa.

El centro de la trama, según explicó el ministro de Interior, José Antonio Alonso, era un local de cambio de divisas de Melilla que fue registrado el martes y que era regentado por un comerciante de origen marroquí con estrechas relaciones mercantiles con un conocido narcotraficante de la zona. Tras sospechar que eran investigados, la red se mudó a Málaga, donde recurrieron a un abogado que, con la ayuda de su padre, abrió nuevas cuentas en varias sucursales para seguir transfiriendo el dinero.

El grueso de la operación, denominada Saco y en la que participaron 150 policías, se realizó en Melilla.