La Policía Nacional desarticuló ayer una organización internacional que se dedicaba a la falsificación de tarjetas de crédito y al robo en viviendas y polígonos industriales en la denominada operación Armagedon . Las investigaciones, que se iniciaron en septiembre del año pasado y se realizaron en estrecha colaboración con la Policía rumana e italiana, se han saldado con 83 personas de origen rumano, moldavo, checo, brasileño, danes y húngaro, además de un español: 66 en Alicante, Baleares, Barcelona, Córdoba, Madrid, Málaga, Granada y Valencia, además de otras 17 arrestadas en Rumanía.

Esta peligrosa banda de rumanos actuaba duplicando tarjetas de crédito a través de lectores de banda magnética instalados en cajeros o centros comerciales. Además, en los primeros, instalaban microcámaras para visualizar el número PIN de los clientes que acudían a retirar dinero. Posteriormente, retiraban el dinero o realizaban compras con tarjetas con numeración de Italia, Alemania o Reino Unido, lo que dificultaba su seguimiento.

La operación Armagedon , coordinada y dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo y el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, es considerada como "una de las mayores operaciones" contra las bandas criminales rumanas instaladas en nuestro país, según el Comisario Jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta Angel Galán Díez. "Es una operación amplia en resultados y efectivos utilizados", aseguró en rueda de prensa.

Además, aclaró que, si bien los 83 detenidos se dedicaban inicialmente a la falsificación de tarjetas de crédito, sus actividades derivaron también en robos de viviendas y polígonos industriales. Aunque no hay estimación del número de afectados ni del montante defraudado por esta banda criminal, fuentes policiales comentaron que, en sólo ocho días, uno de los detenidos llegó a acumular 120.000 euros a través de estos métodos.