ADZUVICH S. , serbio de 34 años, intentó vender a través de internet un vehículo que había alquilado en Alemania. Un sueco le pidió los papeles del coche y se dio cuenta de que el dueño era un amigo suyo. Denunció el caso a los agentes catalanes cuando el serbio lo citó en el aeropuerto de Gerona. A.P.