TLteo en la prensa que varias compañías de telefonía se han puesto de acuerdo para sacar al mercado el primer cagador universal. Al principio me dio por sonreír e imaginar que se trataba de un error del redactor que se había comido una r. Pero, tras pensarlo detenidamente, he llegado a la conclusión de que podría estar escrito correctamente. Total, que las multinacionales podrían haber inventado a un tipo capaz de asumir la culpa de todas las cagadas que se producen en el mundo y que por un módico precio podrá adquirirse en cualquier tienda de móviles, con su politono y todo. Un cagador universal le vendría de perlas, por ejemplo, a las administraciones, que suelen pasarse las cagadas de un lado intentando que reposen y se olviden en cualquier rincón. Esto de llevar las cosas de acá para allá es muy típico en las administraciones, hasta en las de China. Allí, un juez acaba de encarcelar a dos funcionarios que habían contratado a un invidente para hacer un puente que terminó derrumbándose durante su construcción provocando doce heridos. Al parecer nadie echó un vistazo al diseño, que fue de un lado a otro hasta que los albañiles se pusieron manos a la obra siguiendo los planos trazados por el diseñador ciego. Resultado: una cagada con poca vista. Así que para casos como éste, o como el del cubo de la facultad de Biblioteconomía de Badajoz, por poner algún ejemplo más cercano, tan sólo habrá que acudir a un The Phone House y pedir un cagador Nokia con mp3, cámara de dos megas y bluetooth, para que las cagadas puedan pasarse a otro, con música y sin tener que tocar los botones. Eso sí, lo suyo es que el cagador se venda con un cargador universal, para poder enchufarlo en cualquier administración.