La tragedia vistió ayer de luto la jornada central de las fiestas patronales del pequeño municipio de Torrellas (Zaragoza) cuando tres personas fallecieron aplastadas al desplomarse el balcón de la fachada principal del ayuntamiento. Otras 20 personas sufrieron heridas de consideración como consecuencia del accidente.

El suceso se produjo poco antes de las dos de la madrugada, hora a la que estaba programado un encierro del toro de fuego y cuando el camión que transportaba el animal acababa de llegar a la plaza. En ese momento, unas 10 personas se encontraban en el balcón. Según los testigos, éste se curvó, la base cedió y la estructura se desplomó sobre las personas que estaban debajo. La mayor parte de los que estaban en el balcón resultaron ilesos, y sólo algunos con magulladuras. Las personas que estaban más cerca del edificio ayudaron a los heridos y levantaron la base del balcón para rescatar a las víctimas.

A la caída siguieron momentos de pánico y confusión. Los socorristas de Cruz Roja, que se habían desplazado en una ambulancia como medida de prevención por el festejo taurino, asistieron desde el primer momento a las víctimas, mientras al lugar llegaban, poco a poco, equipos de socorro de Tarazona y Zaragoza.

DIRIGENTE DEL PSOE

Como consecuencia del accidente falleció, casi en el acto, Dolores Soler Blánquez, de 34 años y miembro de la ejecutiva provincial del PSOE y de la dirección de UGT en Aragón. Los vecinos rescataron, todavía con vida, a Rosario Moros Matute, de 35 años y vecina de Tarazona, y al joven Javier García Prat, de 16 años y residente en Zaragoza. La primera murió tras ser ingresada en el Hospital Reina Sofía de Tudela, y el segundo, mientras era trasladado en ambulancia al mismo centro.

A este hospital fueron trasladados la mayoría de los heridos, 13, y la mayor parte de ellos fueron dados de alta pocas horas después. El único que quedó ingresado en ese centro es Carlos Coscolín Bozal, de 28 años y vecino de Tudela, que tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica. Aunque su estado tras la operación era muy grave, sus familiares dijeron que evolucionaba "favorablemente".

Al Hospital Clínico de Zaragoza fueron trasladados otros cuatro heridos. El único que sufría heridas graves era Rodrigo Rechado.