Las cámaras de la estación de tren de Pizarra (Málaga) grabaron andando sola por la vía a la pequeña Lucía Vivar Hidalgo, la niña de tres años que fue hallada muerta la pasada semana junto a la línea de Cercanías. Fuentes de la investigación confirman que la pequeña andaba sola, y en dirección a Álora, en cuyo término municipal aparecería su cuerpo a tres kilómetros del lugar en el que desapareció.

El informe preliminar de la autopsia confirmó que la muerte fue consecuencia de un fuerte impacto en la cabeza, compatible con un golpe del tren. Fue precisamente el maquinista de Cercanías que realizaba el primer servicio de la mañana quien se percató de la presencia de un bulto en las inmediaciones de la vía cuando se acercaba a Álora, y minutos después, cuando inició el camino de vuelta hacia Pizarra, se bajó y comprobó que era el cuerpo de la niña.

DORMIDA EN LA VÍA

Desde el primer momento, los investigadores han barajado la hipótesis principal de una muerte accidental, dado que no se encontraron huellas ni otros rastros en la zona donde apareció. Sostienen que Lucía empezó a andar y se desorientó o se perdió, acurrucándose en la vía cuando se cansó. El cuerpo, además, tenía manchas de hollín y grasa, aunque fuentes citadas por Canal Sur aseguran que no tenía lesiones en los pies. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, insistía este martes en que la autopsia aún no está finalizada pero “que nadie se llame a engaños de que estemos esperando un informe que dé un viraje en la investigación, no estamos en eso”, zanjó, asegurando que las pesquisas, “que van de la mano del informe preliminar forense, nos hablan de una línea de investigación única que estamos barajando”.

En este sentido, apuntó que por ejemplo falta información del Instituto Nacional de Toxicología, y que el informe definitivo “nos tiene que dar todavía datos con mayor precisión” para concluir de forma “más exacta” si el impacto en la cabeza “fue la etiología del fallecimiento única o no, si hay otro tipo de heridas que en apariencia no han podido todavía ser conocidas, y nosotros estamos en eso... esperar todavía a que se reciba ese informe”.

CENA FAMILIAR

La desaparición de la cría causó gran conmoción en Pizarra, la localidad malagueña de apenas 9.200 habitantes de donde era su padre. Esa noche, la familia se había desplazado desde el cercano Alhaurín el Grande para celebrar una cena en familia con motivo del santo de la abuela. Quedaron en el restaurante de la estación de tren, donde en torno a las 23 horas queda interrumpido el servicio de ferrocarril de cercanías y media distancia.

La niña estuvo jugando con sus primos y otros niños entrando y saliendo por las dos puertas del edificio, y en un momento dado, sus padres la perdieron de vista. Rápidamente la familia se puso a buscarla, pensando que se trataba de un juego habitual de Lucía, a la que le gustaba esconderse. Poco después localizaron el chupete junto a una de las taquillas de la estación, por lo que se dispararon las alertas. Hasta 600 vecinos participaron esa noche en las labores de búsqueda y rastreo de la menor por los alrededores, aunque sin éxito.