De cumplirse los modelos de predicción científicos, el cambio climático comportará la desaparición, en un plazo de unos cincuenta años, de unas 450.000 especies de plantas y animales, lo que representa el 30 por ciento de todas las especies vivas que se conocen en el planeta. Aunque aún no existen evidencias científicas de la extinción de especies a causa del calentamiento global, los científicos ya han observado que este fenómeno está provocando una "redistribución" de muchos organismos animales y vegetales, que se desplazan, modificando sus hábitats, según ha explicado a Efe el investigador Michel Loreau.

Loreau, profesor de la Universidad McGill de Canadá y uno de los máximos expertos en el estudio de ecosistemas, asegura que el cambio climático empieza a ser un factor determinante en la pérdida de la biodiversidad y que su influencia será mayor cuanto más se agraven sus efectos sobre el planeta, que consistirán, básicamente, en un aumento generalizado de las temperaturas, el deshielo de los polos y la desertización de muchas regiones. "Si los modelos se cumplen, en cincuenta años se habrán perdido el treinta por ciento de todas las especies animales y vegetales que se conocen, alrededor de 1,5 millones, por culpa del cambio climático", alerta Loreau, que remarca que el impacto ecológico de este calentamiento será mayor en los polos y en las latitudes altas.

En su opinión, la pérdida de la biodiversidad constituye una amenaza tan o más importante que el cambio climático, si bien no existe la misma concienciación ciudadana sobre el problema porque los cambios son más difíciles de advertir. "La gente normalmente sólo se da cuenta de la pérdida de grandes especies, como los pandas o los elefantes, pero hay que tener en cuenta que muchas de las especies que desaparecen son microorganismos que no vemos pero que proporcionan unos servicios, como la limpieza del aire o del agua", explica Loreau.

"Si se destruyen estos servicios -añade- se tiene que compensar la pérdida con trabajo humano y mucho dinero. Pero la pérdida de la biosfera tendría un precio infinito". En el planeta se calcula que existen entre diez y veinte millones de especies vivas, si bien el hombre sólo conoce 1,5 millones, tan sólo el diez por ciento del total. De éstas, cerca de un tercio de los anfibios, una cuarta parte de los mamíferos y el doce por ciento de las aves está en peligro de extinción.

"El ritmo de desaparición de las especies está ocurriendo de cien a mil veces más rápido que en el pasado", apunta Loreau, que está convencido de que "al final del siglo la pérdida de la biodiversidad será una amenaza mayor que el cambio climático". Revertir este proceso "catastrófico", afirma, aún es posible, pero es necesario que la sociedad y, sobre todo, los gobiernos, adopten medidas de inmediato.

Precisamente, para implicar a ciudadanos y gobiernos en la lucha contra la pérdida de la biodiversidad, este experto está trabajando, junto a científicos de varios países, en el impulso de una estructura similar al Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés), el organismo científico de la ONU encargado de estudiar el cambio climático.