Todos los europeos tendrán que adelantar sus relojes una hora a las dos de la próxima madrugada, según manda la directiva de la Comisión Europea aprobada en el 2001. Los expertos dicen que el cambio de hora en primavera afecta más al ritmo biológico que el cambio de otoño, siempre teniendo en cuenta que ambos desbarajustes son leves. El objetivo del horario de verano, decretado en España por el Ministerio de Industria, es propiciar el ahorro de luz eléctrica.

Según afirma un neurofísico, en declaraciones a Europa Press, el cambio horario "trae más costes que ahorro energético, además de los trastornos de salud". Además, recalcó que "no hay más solución que acostarse un poco más temprano" para adaptarse al cambio, sobre una media hora antes de lo habitual, según matizó. Al respecto, manifestó que "no hay más consejos" y estimó entre uno y dos días el tiempo para adaptarse al cambio de hora, mientras que en el caso de insomnes se puede prolongar hasta un mes "o más".