Son seis maestros de los helados españoles con un único objetivo: ganar la Copa Mundial de Heladería que comienza este fin de semana en Rímini, Italia. Uno de los componentes de la selección española, aunque de origen argentino, procede de Santa Cruz de la Sierra, un municipio de Cáceres en el que reside desde hace doce años con su mujer y su hija, ambas extremeñas. Se trata de Lorenzo Blanco, que acude "ilusionado" a la cita a la que va por primera vez tras ser seleccionado para formar el equipo nacional que lleva compitiendo tres años consecutivos.

Fue elegido en Calahorra (La Rioja), sede de la selección hasta el 2014, como el resto de los componentes. A todos les une una pasión, la repostería y este nuevo reto. A la cabeza del equipo se encuentra su capitán, Paco Carretero, asesor gastronómico en distintas instituciones, entre ellas la Casa Real. Bajo sus órdenes están Alfonso Herce, joven pastelero riojano que combina la tradición con la innovación y la investigación en el mundo del dulce; Jesús Ruiz, formador de formadores a caballo entre España y Francia; Xavier Calatayud, maestro chocolatero con influencias del mediterráneo; Andrés Sirvent, prestigioso heladero internacional y Lorenzo Blanco.

El extremeño de adopción llegó al mundo de los helados por tradición --su familia tiene en Buenos Aires una heladería-- y decidió formarse en este sector, en el que se pueden llegar a realizar auténticas obras de artes, como las que se verán en Rímini.

Actualmente, Blanco es el responsable en el mercado sudamericano y portugués de una de las empresas heladeras más importantes, Mec3. Y ahora, con el resto del equipo español intentará arrebatar la copa al país vencedor de la pasada edición, Italia, con un suculento menú en el que además de mucha imaginación hacen falta kilos de azúcar. El repertorio final incluye la elaboración y presentación artística de un cono y una copa de helado, una tarta, una escultura de chocolate, otra de hielo y otra de helado. La propuesta española, se desvelará el fin de semana.