Un total de 1,268 inmigrantes indocumentados han llegado a las islas Canarias en solo tres días. Los últimos en desembarcar fueron los 339 extranjeros interceptados ayer en el puerto tinerfeño de Los Cristianos y los 93 subsaharianos rescatados ayer en las costas de Gran Canaria. Esta nueva oleada de 432 navegantes y la del viernes y el sábado, con 836, provocan que las cifras de la inmigración clandestina al archipiélago ronden ya las 18.000 personas desde el mes de enero. En todo el año pasado, en cambio, no se llegó a las 5.000 intercepciones.

A esta cifra, hay que sumar los 160 inmigrantes que un pesquero español con base en Lepe (Huelva) subió a bordo anoche, los cuales navegaban en un cayuco, cuando el barco se encontraba faenando a 30 millas de Mauritania. El pesquero GoberIV1 localizó a la embarcación cuando trabajaba en la recogida de marisco, posteriormente se pusieron en contacto con las autoridades españolas y mauritanas para consultar sobre lo que debían hacer, según dijo a Efe el patrón del buque Antonio Delgado , José Mora, que faenaba cerca. Todos los inmigrantes se encuentran en buen estado, y el patrón del buque ha decidido dirigirse a aguas de Mauritania para dejar a los inmigrantes de nuevo en un puerto africano, posiblemente en Nuackchott.

CANARIAS, DESBORDADA Respecto a Canarias las barcazas arriban a las islas a todas horas, hasta de madrugada, como la primera del domingo, que atracó en Los Cristianos a las 01.20 horas con 129 ocupantes. Todos ellos eran varones en buen estado de salud cuya llegada ya había sido prevista por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 112 cuando se encontraban a 60 millas de Tenerife. Cinco horas después, a las 06.30 horas, una segunda piragua gigante atracó en el mismo muelle con 103 personas a bordo, entre ellas un menor de edad. Finalmente, poco después de las cinco de la tarde, otra embarcación llegó a Los Cristianos con 107 ocupantes, entre ellos siete niños, que no precisaron atención médica.

Más problemas tuvieron los 93 subsaharianos que llegaron ayer por la mañana al puerto grancanario de Arguineguín. Su embarcación tuvo que ser rescatada en alta mar la noche anterior por un barco de Salvamento Marítimo, que decidió actuar al ver el mal estado en el que se encontraba el cayuco. A su llegada a tierra, algunos de los rescatados presentaban lesiones oculares.

El aumento de la llegada de extranjeros indocumentados a las islas ha multiplicado las críticas del Gobierno canario al Ejecutivo central y a la UE. El director general insular de Protección al Menor, José Luis Arregui, se mostró convencido de que el desembarco masivo está provocando una emergencia humanitaria internacional "gravísima" y una situación de "absoluto desbordamiento" en la atención a los menores de la que no es consciente el Estado. Por ello, Arregui insistió en la dispersión a otras comunidades autónomas de los niños que llegan en cayuco.

Para Arregui, la Agencia Española de Cooperación Internacional debería establecer programas de apoyo a la protección de los menores en países como Mali, Marruecos y Senegal. Precisamente, a este último país y a Mauritania viajará hoy el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con la intención de exigir a las autoridades que acaten los compromisos establecidos y de ofrecerles apoyo a los equipos de control fronterizo y ayudas económicas.

ADRA Y BARBATE La Guardia Civil interceptó ayer una patera con 64 magrebís que intentaban llegar a Adra (Almería). Otras dos pateras con 10 ocupantes fueron retenidos en aguas almerienses y otros 19 en Barbate (Cádiz), después de que los vecinos alertaran a la policía de la llegada de una lancha neumática a la playa, a las 02.50 horas. En la patera iban una veintena de personas más que ayer por la tarde no habían sido localizadas.