EL SUECO Bengt Wiman --que estaba al mando del crucero que, con 154 personas a bordo, naufragó en la Antártida el viernes tras colisionar con un iceberg-- era poco ducho en la navegación por esa zona. "La experiencia me hizo madurar y estoy feliz porque la emergencia terminó bien, todos salieron con vida", afirmó al diario El Mercurio .