Desde que hace más de un año un caimán arrastrara al agua y matara a un niño de dos años en un lago de Disney, en el centro de Florida, se han capturado en el del lugar unos 95 caimanes, según informan las autoridades. El 14 de junio del 2016, Lane Graves, de dos años, estaba jugando en la orilla de la laguna Seven Seas del parque temático cuando un caimán arremetió contra él y lo arrastró dentro del agua. El cuerpo sin vida del pequeño fue hallado al día siguiente.

Desde el día del ataque hasta septiembre de este año (el registro más reciente), los cazadores han capturado un total de 95 caimanes en las instalaciones de Disney en Orlando, según cifras de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWS). En cambio, en los 15 meses que precedieron el ataque, habían sido capturados unos 45 caimanes.

Tras producirse el fatal accidente, Disney cercó la laguna para proteger a los visitantes. Una media que solo sirve para disuadir a los turistas de acercarse al agua, dado que los caimanes son capaces de escalar. Disney también ha instalado un faro dorado en el lugar del accidente en tributo al pequeño Lane.

La FWS ha dado autorización a los cazadores a retirar hasta un máximo de 400 caimanes de más de 4 pies (1,2 metros) hasta el 2023 de las instalaciones de Disney. «En la mayoría de los casos, el caimán es vendido por su cuero y su carne, lo cual es la primera fuente de compensación por los servicios (del cazador)», dijo a la AFP Katie Purcell, portavoz del FWS. Y «ocasionalmente, un caimán pescado por ser plaga se vende con vida a una granja de caimanes, una exhibición de animales o un zoológico. Los cazadores ganan 30 dólares por cada caimán que capturan», añadió.

Florida, un estado pantanoso, tiene una relación muy cercana con sus caimanes. De vez en cuando alguno aparece rondando un campo de golf o atravesando una autopista. En el peor de los casos, ocurren accidentes como el del año pasado.