Las autoridades británicas han puesto en marcha un nuevo sistema de libertad vigilada vía satélite, para el seguimiento de condenados por violencia domestica, agresiones sexuales o robos reiterados.

La llamada cárcel sin barrotes fue presentada ayer en Manchester por el ministro del interior, David Blunckett, quien explicó cómo este proyecto, pionero en Europa, permitirá comprobar las 24 horas del día, si los convictos respetan los permisos judiciales y se mantienen alejados de las zonas de exclusión que les hayan sido fijadas.

Los sometidos a esta forma de control serán forzados a llevar unas tobilleras electrónicas, que registran cada uno de sus movimientos. El sistema detecta y da inmediatamente la alarma cuando el infractor ha entrado en zona prohibida, como una escuela o un parque infantil, en el caso de un pederasta; el domicilio conyugal, si se trata de un marido violento, o ciertas barriadas, vetadas a conocidos traficantes o pandilleros juveniles.

Condenas existentes

"Los infractores tendrán continuamente en mente que les estamos vigilando, que sabemos dónde están, lo que están haciendo. Y si se escapan, actuaremos para detenerles", afirmó Paul Goggins, responsable del sistema de prisiones. Goggins aclaró que las nuevas tecnologías se aplicarán a las condenas ya existentes, pero no servirán para que puedan abandonar la cárcel anticipadamente.

El control por satélite se experimentará durante un año con 120 reclusos y en tres áreas de Inglaterra. El presupuesto es de 4,42 millones de euros (unos 100 euros diarios por convicto). Si los resultados son satisfactorios su uso se extenderá al resto del país, pero sólo en los casos más graves, ya que el sistema es caro.

Las autoridades estiman que las tobilleras se podrían aplicar a unos 5.000 delincuentes, conocidos y fichados, que provocan reiterados y serios problemas de violencia. Tanto la asociación de antiguos presos Unlock como el grupo Liberty, que vela por el respeto de las libertades ciudadanas, han recibido favorablemente la iniciativa, que puede contribuir a la integración social de los convictos.

Otras organizaciones, como Nacro, que lucha por reducir la delincuencia, advirtieron ayer que el seguimiento por satélite no debe convertirse en una práctica habitual. Hasta ahora, las tobilleras electrónicas empleadas en el Reino Unido sólo alertaban cuando el portador violaba los horarios de arresto domiciliario. Con el antiguo sistema era, sin embargo, imposible seguir los pasos del huido, algo que sí es factible con el nuevo rastreador por satélite en vigor.