Tras años de innegable negligencia ante los casos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica de EEUU y convertido desde hace 11 meses en el centro de un escándalo que ha desatado una crisis sin precedentes, el cardenal Bernard Law presentó ayer su dimisión como arzobispo de Boston . El papa Juan Pablo II, que en abril había rechazado la renuncia, la aceptó ayer "profundamente entristecido", según fuentes del Vaticano.

En Boston, los periódicos publicaron ediciones especiales y entre las asociaciones de víctimas, grupos laicos, sacerdotes y hasta políticos como el senador Ted Kennedy se extendió la sensación de que la dimisión supone una "esperanza" y un "primer paso hacía la resolución de la crisis, por la que desde enero han dimitido o han sido retirados del ministerio público al menos 325 sacerdotes de los 46.000 de EEUU.

´MEA CULPA´

Law, el prelado en activo más veterano del país y que seguirá siendo uno de los príncipes de Roma, entonó el mea culpa en un comunicado, en el que agradeció a Juan Pablo II que aceptara su dimisión. "Es mi ferviente oración que esta acción sirva para que la archidiócesis de Boston experimente la curación, reconciliación y unidad que tan desesperadamente necesita".

El cardenal --que viajó al Vaticano en secreto, como hizo en abril-- también aseguró que "las circunstancias especiales de estos momentos sugieren una salida silenciosa", pero parece imposible.

Pero, además, Law seguirá estando en el ojo del huracán, pues tiene que seguir testificando en algunas de las más de 450 demandas que las víctimas tienen presentadas contra la archidiócesis. Se calcula que Boston podría necesitar más de 100 millones de euros para resolverlas y por eso la archidiócesis estudia la posibilidad de convertirse en la primera comunidad católica de EEUU que se acoge a la ley de bancarrota y suspende pagos. Ayer, antes de trasladarse a Roma, el cardenal recibió una citación para comparecer ante un gran jurado la semana que viene.

Han sido precisamente las revelaciones logradas a través de órdenes judiciales las que han hecho crecer el escándalo hasta provocar la dimisión de Law. La semana pasada, los abogados de las víctimas hicieron públicos documentos que revelaban casos escalofriantes en los que se daban detalles de cómo docenas de sacerdotes abusaron de niños, violaron y maltrataron a mujeres y traficaron con droga. Pero, sobre todo, esos documentos internos de la Iglesia demostraban que el cardenal --entre otros-- conocía las acusaciones contra los sacerdotes y los trasladó entre parroquias donde seguían teniendo contacto con menores.