Roma Unas 300 personas,la mitad curas y monjas, siguieron ayer la segunda misa solemne según el rito tridentino autorizada por el Papa en la basílica romana de San Juan de Letrán. La dirigió el cardenal español Antonio Cañizares (con gafas). Este tipo de misa, en latín y de espaldas al público, es la única que aceptan los lefebvristas.