El cardenal Julián Herranz denunció ayer la "cizaña fundamentalista laicista y anticatólica" que están sembrando en España algunos políticos y medios de comunicación y la "demagogia libertaria" desarrollada sobre el matrimonio, y animó a los cristianos a reaccionar.

"Sed prudentes y no os durmáis, es la hora de sacudir la pereza y la somnolencia. No olvidéis que lugares de la Tierra que fueron en otros tiempos testigos de iglesias florecientes son actualmente un erial, donde no se pronuncia el nombre de Cristo", advirtió el cardenal.

Herranz, de 75 años, presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, hizo estas manifestaciones durante la homilía que pronunció esta tarde en la parroquia de la Concepción de Nuestra Señora, en Madrid, con motivo del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal.

DEGRADO SOCIAL Ante obispos, sacerdotes y numerosos fieles, y con la presencia del Nuncio Apostólico, Manuel Monteiro, el purpurado celebró su medio siglo como sacerdote en la misma iglesia en la que fue ordenado el 7 de agosto de 1955 y en la homilía expresó su "dolor" por el "degrado cultural y moral" que atraviesa España.

"No es verdad como repiten en España algunos voceros del agnosticismo religioso y del relativismo moral que la doctrina de Cristo es negativa y represiva, que la Iglesia católica aparece como una reliquia del pasado. Se equivocan soberanamente, el Cristianismo es una insuperable historia divina de amor, esperanza y libertad", dijo el cardenal.

Herranz, miembro del Opus Dei, añadió que "son ellos, y lo digo con dolor, porque son hermanos míos, españoles y quizá bautizados, los que caminan hacia atrás y hacia abajo, en un creciente degrado cultural y moral, bajo el impulso de una ideología libertaria que humilla el verdadero concepto de progreso y de libertad".

El cardenal agregó, acudiendo a San Pedro, que esos voceros del agnosticismo religioso prometen libertad "pero ellos mismos son esclavos de la corrupción".

El purpurado, nacido en Baena (Córdoba), dijo que las actuales circunstancias de España le recuerdan la parábola del trigo y la cizaña y que si en España ha crecido tanto la cizaña es porque no ha habido correspondencia, porque los cristianos se han adormecido y han consentido "que el enemigo se acercase".

CIZAÑA SEMBRADA "¡Cuanta cizaña!, fruto de un apasionado fundamentalismo laicista y anticatólico, ha sido y es sembrada desde algunos medios de información y ambientes políticos: se inventan derechos que no existen y en cambio niegan o dificultan derechos y principios jurídicos verdaderos basados en la dignidad de la persona y en el bien común de la sociedad y por ello anteriores a cualquier sistema político, a cualquier gobierno de izquierda o de derechas", denunció Herranz.

El cardenal denunció también "la demagogia libertaria contra el mismo concepto no sólo cristiano sino natural" del matrimonio, contra la familia y contra los derechos y la dignidad de la persona desde su concepción hasta que le llega la muerte natural.