La policía se encuentra en estado de alerta en las costas del oeste de Inglaterra. Desde principios de este mes, la marea ha ido dejando abandonado en las playas un cargamento de película, que vale una fortuna, pero que sin embargo nadie va a reclamar. Impermeabilizados, cuidadosamente atados con cuerdas, cinco grandes paquetes del tamaño de una maleta han aparecido en las costas de Cornualles, Devon y Gales.

Es un alijo de la cocaína más pura, valorado en unos nueve millones, de cuyos dueños por ahora nada se sabe --y quizá nunca se sepa--, aunque su procedencia parece estar bastante clara. De hecho, en alguno de los bultos se puede leer Colombia.