La cifra de los necesitados que han pedido ayuda a Cáritas para cubrir necesidades como la alimentación o el pago de facturas básicas como la electricidad, el agua o el alquiler se ha duplicado en dos años --desde el 2007 al 2009-- a causa de la crisis, hasta alcanzar las 800.000 personas. El secretario general de la oenegé de la Iglesia católica, Sebastián Mora, denunció ayer al revelar este dato "el recorte de las políticas sociales por parte de las administraciones", y predijo que el "número de personas lleva camino de incrementarse".

Según la memoria del 2009, Cáritas gastó en ayudas algo más de 31 millones de euros, un 25% más que el año anterior. La mitad de los necesitados son inmigrantes y la mayoría son "cada vez más jóvenes", parados recientes, familias de entre 20 y 30 años con niños y mujeres solas con cargas familiares. Mora explicó que el 58% de las personas a las que atienden vienen derivadas de los ayuntamientos, y aseguró que en el 2009 se registró un aumento importante de la pobreza hasta situarse en el 20% de la población. Los datos sociológicos revelan una feminización de la miseria, si bien también ha aumentado el número de hombres que la sufren. Y predijo que "el número de excluidos crecerá porque los efectos de la crisis se seguirán notando".