Carla Pinto (en la foto), una de las primeras desterradas de Gran hermano, hace esta semana parada y fonda en la revista Interviú. Más allá del estriptís anatómico, la concursante, de 24 años, se destapa como una gran ama de casa. "Las mujeres me paran por la calle y me dicen que habrían limpiado como yo, que soy muy trabajadora y para las cosas de la casa soy muy seria", asegura.

Pero sus planes van más allá. "Si Gran hermano me abre puertas, pasaré encantada por ellas", admite Carla, quien preferiría que esas "puertas" fueran las de la moda: "No soy feúcha, pero tampoco me quiero poner un listón muy alto".