Carlos y Camilla tendrán que esperar un día más para convertirse en marido y mujer. Los tropiezos de la pareja para legalizar su relación no tienen fin. El azar ha vuelto a jugarles una mala pasada al coincidir la fecha fijada para su boda (8 de abril) con los funerales de Juan Pablo II.

La confirmación desde el Vaticano de que la ceremonia de despedida del Pontífice tendrá lugar el viernes en Roma obligó a revisar precipitadamente los planes del enlace, que ha quedado aplazado hasta el sábado por la mañana "como una señal de respeto", según indicaron los portavoces de Clarence House.

En un primer momento, sin embargo, la oficina del príncipe había anunciado que la boda se mantenía. Una oportuna llamada desde el despacho del primer ministro en Downing Street hizo recapacitar a Carlos. Obligados a elegir, algunos de los más importantes invitados al enlace, como el arzobispo de Canterbury, que bendecirá a la pareja, y Tony Blair hubieran optado por asistir al funeral del Papa en Roma.

Finalmente, Carlos representará a la reina en el adiós a Juan Pablo II, al que acudirá sin su prometida, Camilla Parker-Bowles. De riguroso luto y tocada con una pamela negra, la novia sí acompañó ayer a su futuro marido durante el solemne oficio en memoria del Papa, celebrado en la catedral de Westminster de Londres.

El príncipe hubo de suspender sus vacaciones en Suiza, donde estaba esquiando con sus hijos, Guillermo y Enrique, para participar en las vísperas religiosas. Junto a la pareja se hallaba Blair y su esposa, Cherie y otras muchas personalidades religiosas y políticas de la vida británica.

Tres son las bodas previstas a partir de las dos de la tarde del sábado en el registro de la alcaldía de Windsor, lo que hace suponer que Carlos y Camilla se casarán los primeros, por la mañana, aunque los detalles aún no han sido precisados.

Después tendrá lugar una ceremonia de 45 minutos en la capilla de Saint Georges, en el castillo de Windsor, ante la reina y los invitados. "Esperamos que los preparativos sean los mismos que habíamos planeado y que la mayoría de los invitados del viernes puedan venir el sábado", dijo el jefe de prensa del príncipe.

CRUZ BECKHAM El mundo entero ya sabe cómo es Cruz Beckham, el tercer hijo del futbolista y la exspice . Los Beckham viajaron el pasado fin de semana a Londres para el cumpleaños del abuelo del jugador. Allí le estaban esperando los paparazzi para recoger la imagen del más pequeño.

RAINIERO, ESTACIONARIO El príncipe Rainiero de Mónaco, de 81 años, cumplió ayer su decimocuarto día en el servicio de reanimación del centro cardiotorácico de Mónaco tras complicarse la infección pulmonar que obligó a su hospitalización el pasado 7 de marzo. Aunque prácticamente agonizante, un escueto parte médico calificaba ayer su estado de "estacionario" con los parámetros biológicos "estables en su conjunto" y un pronóstico vital que "se mantiene, sin embargo, reservado".

La población monegasca se ha resignado ya a este compás de espera y desde la muerte del Papa vive pendiente de las noticias de Roma y de palacio. "El desenlace puede pasar en cualquier momento", comentaba fatalista un comerciante, que espera que el luto no aparezca en pleno Open de tenis, que debe celebrarse del 9 al 17 de abril. Los numerosos acontecimientos previstos para esta semana han sido mantenidos y ayer comenzaron los preparativos del Gran Premio de Mónaco de fórmula 1.