El matrimonio entre Cristina y Antonio se tambalea, muy a su pesar, tras un año y medio casados. La culpa la tiene una sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Badajoz que llegó el pasado martes a su domicilio y en la que les notificaban, entre otras cuestiones, la nulidad del divorcio de Cristina de una pareja anterior de la que ella creía estar ya divorciada.

La pareja no sale de su asombro al comprobar que un "defecto procesal" anula el divorcio de ella y les deja "en una situación de indefinición, porque ahora no sabemos si estamos casados o no, aunque tenemos el acta del registro civil y el libro de familia", explicaron.

Ambos cónyuges contrajeron matrimonio en el juzgado el 2 de diciembre del 2006, después de que Cristina hubiera conseguido, ocho meses antes, la sentencia de divorcio del juzgado de Primera Instancia número 4 de Badajoz, que "decreta la disolución por divorcio del matrimonio" con su anterior marido.

Sin embargo, sin que ella lo supiera, su exmarido presentó un recurso de apelación contra la sentencia, que la sección segunda de la Audiencia Provincial estimó el pasado 4 de junio.

La situación ha generado una serie de dudas e interrogantes a Antonio y Cristina, quien, según su letrado, tendrá que iniciar de nuevo los trámites de divorcio.

La pareja se pregunta: "¿Por qué en el juzgado nos dejaron casarnos ocho meses después del divorcio si la sentencia no era firme? ¿Y por qué no se nos informó de que había sido recurrida?". Tampoco saben si tendrán que volver a casarse.

La pareja espera ahora que el Registro Civil les dé una respuesta sobre porqué admitió una sentencia que no era firme, aunque temen que detrás de esto se esconda una treta más del exmarido de ella, "que nos está haciendo la vida imposible", lamentaron.