El ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, declaró ayer en Segorbe (Castellón), donde puso la primera piedra de la Autovía Sagunto-Somport, que las obras del AVE Madrid-Lleida "llevan un retraso de tres meses" debido "a dificultades que tiene el contratista de la señalización y del control para poner en funcionamiento las diferentes actuaciones", pero aseguró "sin ningún género de duda" que se pondrán en uso. Sin embargo, los técnicos advierten que "serán necesarios al menos seis meses para asegurar el AVE

Cascos también proclama que el ministerio va a "mantener su rumbo" en la realización de infraestructuras ferroviarias de alta velocidad, "pese a la labor de confusión que están llevando a cabo ciertos grupos a través de sus grupos mediáticos".

El ministro aseguró que "estos mismos son los que quieren hacer aparecer a Sadam como al nuevo Gandhi del pacifismo, cargar las culpas del Prestige a todos menos a los armadores y tripulación, y afirmar que los sabotajes en el AVE son deficiencias de la línea".

También habló el ministro sobre la aparición de un socavón que atribuyó a las obras que la Diputación General de Aragón, autorizada por Fomento, realizaba para cruzar una tubería por debajo de la plataforma ferroviaria.

Posteriormente, Cascos declaró en Barcelona que la Generalitat y algunos ayuntamientos por los que pasará el trazado del AVE también serán responsables del retraso de la alta velocidad en Cataluña, un proyecto que había fijado la llegada a la capital catalana en el 2004.

"A fecha de hoy existen aún puntos de trazado entre Lleida y Barcelona pendientes de acuerdo con ayuntamientos y con la Generalitat, y estos acuerdos son hoy el itinerario crítico que puede poner en duda el objetivo de plazo de finales del 2004", advirtió el ministro.

Francisco Alvarez-Cascos ha hecho estas declaraciones en el discurso que pronunció en la asamblea general de la Cámara de Contratistas, un acto en el que particiron también el conseller de Política Territorial, Felip Puig.

Tras el acto y en declaraciones a la prensa, Alvarez-Cascos ha negado que culpe a la Generalitat del retraso y pidió con énfasis que "no se manipulen mis palabras".