El ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, reconoció ayer en el foro Tribuna Barcelona la responsabilidad del ministerio en una parte de las sucesivas demoras de la inauguración del tramo del AVE Madrid-Lleida. Cascos asumió la culpa "de los nueve meses de retraso en el sistema de señalización y control", pero relativizó la importancia del desfase, "porque supone sólo el 10% de una obra que ha tardado 90 meses".

Cascos llegó a Barcelona con la misión de atenuar las críticas que los políticos, empresarios y la sociedad civil catalana realizan, de manera unánime, a la gestión de Fomento en la línea férrea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Frontera francesa.