Francisco Alvarez-Cascos aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que su ministerio envió al inspector Serafín Díaz Regueiro para evaluar la magnitud de la avería del Prestige . Sin embargo, Díaz Regueiro declaró en el juzgado de Corcubión a principios de diciembre que sus instrucciones eran únicamente "encender las máquinas", no inspeccionar la grieta. Sólo pudo ver la avería del buque desde el helicóptero, ya que durante las seis horas que pasó en la nave estuvo en la sala de máquinas. Este inspector aseguró en su declaración que el barco no estaba en tan mal estado ya que "aguantó 7 días sobre el mar".

El entonces capitán marítimo de La Coruña, Angel del Real, confirmó que Díaz sólo fue a "encender las máquinas". Del Real dijo hace unos días, tras tomar posesión como presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol, que él "no decidió nada" sobre llevar el barco a alta mar, pues cuando intervino en la comisión la decisión ya estaba tomada.