Casi la mitad de los inmigrantes no comunitarios que residen en España con papeles o sin ellos viven realquilados. En una misma casa suelen cohabitar una media de tres familias, que disponen de una habitación con derecho a utilizar la cocina y el baño.

Así se afirma en un estudio editado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, según el cual el 19% de los inmigrantes viven "hacinados" ya que disfrutan de menos de 10 metros cuadrados por persona.

El informe --cuyos autores entrevistaron a 900 extranjeros en Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana-- deja claro que los desorbitados precios de las viviendas son el factor principal que impide a los inmigrantes tener un piso en propiedad, algo que sólo se pueden permitir apenas el 15% de los encuestados. De ellos, los más numerosos son los marroquís, que también son los que llevan más tiempo en España.

Además del coste, los inmigrantes tienen otra dificultad para formalizar una hipoteca: conseguir papeles. En el momento en el que se realizaron las encuestas, finales del 2004 y principios del 2005, todavía no se había producido el proceso de regularización impulsado por el Gobierno socialista.

COMO EN LOS AÑOS 60 Carlos Pereda, uno de los autores del estudio, afirmó ayer que las familias que viven realquiladas gastan unos 200 euros al mes, frente a los 500 que puede suponer tener un alquiler individual o una hipoteca.

"El subarriendo es la opción más barata. Con los inmigrantes de ahora está pasando lo mismo que ocurrió en España en la década de los 50 y los 60, cuando se produjo el éxodo del campo a las ciudades", destacó Pereda.

El estudio --que ha sido realizado por el colectivo de expertos en inmigración Ioé-- subraya que el 19% de los encuestados vive hacinado, un porcentaje que se reduce al 2,5% en el caso de los españoles.

Sin embargo, Pereda hizo hincapié en que sólo un 0,4% de los inmigrantes sufre el fenómeno de las camas calientes y paga por dormir en un lecho que será ocupado más tarde por otro compatriota.

Según sus datos, un 1,7% de los inmigrantes no gastan nada en vivienda porque residen de forma gratuita en casa de familiares o amigos, una opción a la que se acogen el 36% de los extranjeros nada más llegar a España.

El informe corrobora que a los inmigrantes no les gusta demasiado la casa en la que residen actualmente.

De hecho, el 84% opinan que la que tenían en su país de origen era más grande y el 72% dicen que era "más tranquila".

SIN PRIVILEGIOS Tras la presentación del estudio, la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, destacó que el plan de integración "no supondrá la creación de vías específicas" para que los extranjeros accedan a una casa.

"No queremos privilegiar colectivos, sino garantizar la igualdad", subrayó.