TMte pasó hace poco tiempo, mientras transitaba por la avenida Isabel de Moctezuma. Una chica se me acercó y golpeó su bolígrafo un cartapacio con unos papeles. No dijo nada y como ponía algo de una fundación de sordomudos todo parecía indicar que se trataba de una cuestación con recogida de firmas. Sin embargo y a pesar de mi candidez, reparé sobre el sello que figuraba en los papeles a firmar.

--Oye ¿Y este sello no es una fotocopia mala y borrosa? ¿Existe realmente esta fundación?

La verdad es que para ser sorda la chica debió leerme los labios porque me puso mala cara y salió corriendo al instante.

Otro día puse la televisión a horas intempestivas y en una cadena supuestamente progresista había un concurso de esos de llamar por teléfono si ves las dos diferencias de unas fotografías.

--¡Venga! ¡Llamad! ¿Por qué no lo hacéis? ¡Hay 500 euros de premio! ¡Pero llamad, hombre!

Yo llamé y te sale un contestador diciendo que tienes que llamar dos veces para que te cojan línea. Lo hice y después otro contestador te dice que vuelvas a intentarlo porque "estás de suerte". En fin, un timo del copón bendito que les reportó a sus arcas más de tres eurakos.

Todavía recuerdo a un señor mayor de mi barrio en Sevilla que me dio una lección sobre las "ganzúas de nuevo cuño". Ingenuo. Ahora me doy cuenta de que los sistemas se han sofisticado muchísimo y que almas cándidas como la mía son candidatas al ´cibertocomocho´. Refrán: Si eres propenso al timo es que tienes cara de primo .