Dos días después de la desconexión del tubo que alimenta a Terri Schiavo en Florida, el Congreso de EEUU volvió ayer a la carga para lograr que se reanude la alimentación artificial de esta mujer en estado vegetativo, centro de una feroz batalla entre los grupos conservadores y los partidarios del derecho a la muerte. Los republicanos del legislativo lograron convocar reuniones de emergencia de ambas cámaras para forzar su alimentación por medio de una ley, pero la oposición demócrata consiguió posponer la votación hasta la madrugada de hoy.

"Apelo a las madres y padres para que llamen a sus congresistas y les ayuden a aprobar esta ley", rogó Mary Schindler, madre de Terri Schiavo, antes de que la Cámara de Representantes se reuniera, a la una de la tarde (siete de la tarde en España). La intervención del legislativo no tiene precedentes y está impulsada por la mayoría conservadora que lo controla y que se opone a la eutanasia.

"Espero que no estemos politizando una tragedia humana", dijo el senador republicano John McCain, sin ocultar las dudas de muchos congresistas sobre la intervención del Congreso.

"Continúa el asalto de ideólogos e intolerantes para imponer al Gobierno sobre las decisiones más personales", denunció el representante demócrata Earl Blumenauer, solidario con Michael Schiavo, marido y tutor legal de Terri, que lleva siete años tratando de que se desconecte el tubo que la mantiene viva desde 1990, cuando sufrió graves daños neurológicos que la dejaron en estado vegetativo.

EL ARGUMENTO Michael sostiene que ella no hubiera querido vivir en su penoso estado actual y ayer se declaró "indignado, como también deberían estar todos los estadounidenses, al ver a este Gobierno pisotear un asunto familiar que durante siete años ha sido revisado por los tribunales".

El presidente Bush se alineó con los conservadores y ayer acortó incluso su fin de semana en su rancho de Texas, y volvió a Washington para firmar la ley de urgencia que preparaba el Congreso. "Esto es en defensa de la vida y el presidente se propone firmar la ley en cuanto se apruebe", explicó su portavoz, Scott McClellan.

La ley que podría aprobarse esta madrugada da a los padres el derecho a acudir a los tribunales federales, para pedir que se le restaure la alimentación.