Casi dos años después de la última regularización extraordinaria de inmigrantes decretada por el Gobierno, la bolsa de sin papeles ha vuelto a crecer en proporciones desmesuradas. Según los datos oficiales registrados por los respectivos gobiernos autonómicos a los que ha tenido acceso este diario, en Cataluña están empadronados 121.486 extranjeros sin permiso para residir en España, y en la comunidad madrileña, 261.306. La suma arroja el saldo de 382.702 personas que no pueden trabajar legalmente ni disfrutar de algunos de los derechos básicos y cuya única salida teórica es el regreso a su país con el fracaso encima.

Las cifras no son en esta ocasión la estimación de una ONG o un cálculo aproximado efectuado por alguna administración. Los inmigrantes sin permiso tienen derecho a la atención sanitaria de sus hijos siempre que se empadronen en sus municipios según la vigente ley de extranjería y eso ha provocado que prácticamente todos figuren en un censo al que, además, tiene vetada la entrada la policía.

MECANISMOS

El problema era hasta ahora que la explotación a fondo de los datos contenidos en los padrones municipales sólo la publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) con un año y medio de retraso. Pero los gobiernos de Catalunya y Madrid se han dotado de un sistema de suministro de datos de sus municipios que permiten una actualización casi mensual de los mismos.

La suma de los padrones municipales de Cataluña a fecha del pasado 30 de septiembre arroja un total de 462.276 inmigrantes censados, de los que sólo 340.790 figuraban en esa fecha como regularizados.

Las cifras de la comunidad madrileña, hechas públicas por la Oficina Regional para la Inmigración, son aún más abultadas. Mientras la policía tenía registrados el pasado mes de junio a 266.941 inmigrantes con permisos en regla, los censos municipales arrojaban en esa fecha un total de 528.247, convirtiendo a esta comunidad en la primera en número de extranjeros de toda España.

Los datos están corroborados también por los que obran en manos de la administración sanitaria. La Conselleria de Sanitat ha tramitado 138.767 tarjetas sanitarias para inmigrantes sin papeles, 3.357 de las cuales eran de menores que ni siquiera estaban empadronados. La Consejería madrileña de Salud ha tramitado

240.000.