Operarios del parque natural de Cabañeros, en la comunidad de Castilla-La Mancha, cazaron animales colocando trampas-lazo, que provocaron la muerte de distintos ejemplares, algunos de especies protegidas, desde febrero del 2003 hasta enero del 2004. Los descastes (eliminación de población animal sobrante) fueron autorizados por el director del parque, José Jiménez, según publica la revista Interviú, en su último número.

El lazo, pensado para cazar ciervos, es un método que no discrimina y que ha provocado la muerte de especies protegidas, como zorros, jabalís, muflones y hasta buitres negros. Muchos de los animales, según muestran unas fotos tomadas por un excazador furtivo, a las que ha tenido acceso el semanario, murieron tras una larga y dolorosa agonía, algunos incluso llegando a tirar hasta arrancarse la pata atrapada. "Sabemos que algunos animales sufrieron por este métodos y por eso dejamos de utilizarlo", comenta Jiménez en el reportaje.

Las imágenes que publica Interviú han sido obtenidas por un cazador furtivo arrepentido a lo largo de un año de vigilancia. Durante todo este tiempo en el que desempeñó esta labor liberó a numerosos animales atrapados y heridos por la cruel trampa cinegética.