La Comisión Europea propondrá abolir progresivamente el impuesto de matriculación de los vehículos y sustituirlo por tasas medioambientales que penalicen el uso de los coches y provoquen menos distorsiones en el mercado de la UE, anunció ayer el portavoz del comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein.

Bruselas considera que el actual sistema de impuestos de matriculación, diferente en cada Estado miembro, es "muy insatisfactorio", puesto que si un ciudadano compra un coche en otro Estado miembro y luego lo matricula en su lugar de residencia, los impuestos pagados en el lugar de compra no se le devuelven.

Para resolverlo, el Ejecutivo comunitario quiere poner en marcha un sistema de devolución en la frontera de los impuestos sobre vehículos que se pagan en un país cuando éste se abandone definitivamente, mecanismo que estaría en marcha hasta la eliminación completa de dicho impuesto.

De acuerdo con la propuesta, se suprimirían en Europa todas las tasas que no estén ligadas al medio ambiente. Se reemplazarían por tasas anuales de uso de carretera y de fuel.