La central nuclear Vandellós 2 vuelve a estar en el ojo del huracán. Greenpeace ha tenido acceso a las actas de las inspecciones realizadas por técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a la instalación tras el incidente sufrido el 25 de agosto del 2004 y que obtuvo la calificación 2 en la escala internacional de sucesos nucleares, que llega hasta 7. El contenido de esas actas, según los ecologistas, aún cuestiona la seguridad de la central por la misma causa que ocasionó el incidente.de hace dos años: la corrosión marina daña válvulas, tornillos, cables y otros elementos que, aun sin ser esenciales, son los que garantizan el funcionamiento de los sistemas de seguridad.

"Demostrar fehacientemente que la situación continúa siendo insegura es extremadamente complejo, de la misma forma que lo es demostrar fehacientemente que la situación ya es segura", señalan los técnicos del CSN en su evaluación del informe presentado el 5 de agosto del 2005 por las empresas propietarias (Fecsa- Endesa e Iberdrola).

Los informes de los técnicos dejan al descubierto que el modelo francés con que se diseñó Vandellós 1 y 2 no tenía en cuenta el grado de corrosión que el ambiente marino podría infligir a los materiales.

"El grado de afectación del sistema de agua de servicios esenciales era de tal calibre que ni siquiera todas las reparaciones efectuadas a finales del 2004 y continuadas en la primavera y verano del 2005 han sido suficientes para devolver la central a las condiciones en que fue autorizada su construcción", afirma Carlos Bravo, responsable de energía de Greenpeace.