La Generalitat ha realizado dos inspecciones en la residencia de Olot (Girona). Una por sorpresa en marzo y otra, al conocerse las primeras víctimas. En ambos casos el funcionamiento del centro y de sus profesionales fue considerado positivo, salvo excepciones menores.

La consejería catalana de Acción Social y Ciudadanía no ha previsto ninguna actuación adicional tras la confesión del celador. Fuentes del departamento añaden que no tienen capacidad inspectora sobre la correcta actuación del médico que certificó los fallecimientos. La residencia, de carácter privado, tiene concertadas 40 plazas con la Generalitat.