Las tornas han cambiado en materia de extranjería. Trámites que hace medio año eran aprobados, hoy son denegados. Así lo denuncian sindicatos, abogados y oenegés. Aseguran que el Gobierno, sin esperar a la reforma anunciada de la ley de extranjería, ha endurecido ya muchos trámites de inmigración, aplicando la interpretación más restrictiva posible del reglamento, sobre todo en aquellos expedientes relacionados con la reagrupación familiar, la renovación del permiso de residencia y trabajo y los contratos en origen.

El Gobierno rechaza que se haya producido ningún endurecimiento. "Ni hay una política de restricciones ni se ha emitido ninguna instrucción cambiando los criterios. El Gobierno cumple la ley igual que antes", señalan fuentes de la delegación de Gobierno en Barcelona, que destacan como prueba que solo deniega el 1,5% de las renovaciones.

No obstante, sindicatos y abogados de Madrid, Zaragoza o Barcelona sí aseguran haber constatado el endurecimiento de la Administración. "No corren buenos tiempos para la inmigración. El Gobierno da un mensaje duro hacia los extranjeros que ha traspasado a la acción administrativa diaria", explica Pascual Aguelo, responsable jurídico de la web de Extranjería del Colegio de Abogados de Zaragoza, que lamenta que "ha desaparecido la lectura humanizada y flexible de muchos expedientes; o está perfecto o se deniega".

Por su parte, la abogada Alicia Sánchez Massip destaca que antes, para renovar, bastaba con que en los últimos dos años un inmigrante hubiera cotizado seis meses al año. En las reagrupaciones familiares, el listón de los requisitos también se ha elevado. "Tenemos casos a los que les han denegado la reagrupación porque sus contratos de trabajo solo eran de seis meses, cuando en la ley no se dice que el contrato deba ser indefinido", explica Saliba.