PLAZA: La Piedad de Trujillo. Lleno en tarde muy agradable.

TOROS: Ganadería de El Torreón. Flojos y escasos de fuerza.

TOREROS: César Rincón: estocada (vuelta) y tres pinchazos y estocada (silencio).

Enrique Ponce: Estocada (ovación) y dos pinchazos y estocada (una oreja).

César Jiménez: dos pinchazos y estocada (ovación y petición) y estocada (dos orejas).

Más de 5.000 personas consiguieron devolver a la plaza de toros la Piedad de Trujillo su esplendor taurino durante la tarde de ayer. Los esfuerzos realizados por el empresario Antonio Población con la mejora de las instalaciones y la contratación de primeras figuras dieron su fruto durante la ya tradicional corrida del Queso en Trujillo. Atrás quedaron definitivamente los tiempos de mala gestión y empresarios poco profesionales que tanto habían desencantado a la afición de la comarca.

En cuanto a los matadores, el joven César Jiménez gozó de manera especial del favor del público, que pidió y logró dos orejas para él en el último toro, su segundo, en el que el diestro se adornó de manera especial para complacer a sus numerosos seguidores. Antes, en el tercero de la corrida, primero para él, pinchó dos veces en hueso y esto deslució una faena ya de por sí disminuída por la herida que sufrió el animal en su pata derecha delantera. Aún así, consiguió arrancar una importante ovación y el flameo de algunos pañuelos blancos.

César Rincón, propietario de la ganadería el Torreón, a la que pertenecían las reses lidiadas, dio la vuelta al ruedo con el primero de la tarde y obtuvo silencio en el segundo, al que llegó a pinchar hasta tres veces. Sin duda, no tuvo una tarde para el recuerdo a pesar de su honestidad, entrega y buen oficio.

Por su parte, el maestro Enrique Ponce arrancó del numeroso público una ovación en el primero y una oreja y vuelta al ruedo en el segundo, a pesar de que éste último salió con poca fuerza y no dio muchas posibilidades al lucimiento. A pesar de todo, demostró el porqué de su bien ganada fama y dejó claro que desde hace más de una década es una de las primeras figuras del panorama nacional.

Presidió el subinspector jefe de la policía local, José Luis Bermejo, de la misma forma que en lidias anteriores en la plaza de toros la Piedad de Trujillo.