El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no está dispuesto a que los jueces lleven a cabo el próximo martes una huelga encubierta --ellos desmienten esta denominación-- con el pretexto de celebrar juntas o reuniones de magistrados coincidiendo con el paro de tres horas convocado por los secretarios judiciales. Por eso, su presidente, Carlos Dívar, ha citado el lunes a una delegación de jueces decanos para dejarles claro que no deben convocar a sus colegas en horas de trabajo.

La coincidencia del paro de los secretarios con las juntas de los jueces amenaza con propinar un duro golpe a la Administración de justicia, en un momento en el que aún se recupera de la última huelga de dos meses protagonizada por los funcionarios dependientes del Gobierno central (no en Cataluña). Las asociaciones de secretarios fueron los primeros en convocar la protesta contra la sanción de dos años de suspensión impuesta a la secretaria del juzgado del caso Mari Luz, que dejó sin ejecutar una condena por abusos sexuales al presunto asesino de la niña onubense.

La posible suspensión de cientos o miles de juicios y actos procesales en toda España como consecuencia de esta doble movilización ha disparado las alarmas en el Ejecutivo y en el órgano de gobierno de los jueces. El Ministerio de Justicia respondió ayer dictando unos servicios mínimos del 30% que ha dejado atónitos a los secretarios.