Todas las playas del País Vasco francés y de las Landas se vieron afectadas ayer por una verdadera marea negra con la llegada masiva de fuel procedente del Prestige . Las más contaminadas son las magníficas playas de Biarritz, Anglet y San Juan de Luz, de donde salieron ayer 16 pesqueros para intentar recuperar las placas de fuel en alta mar.
"La situación no es todavía desesperada, pero podría serlo", declaró un portavoz de la Jefatura de la Gironda que coordina las operaciones de limpieza. Hasta ahora sólo habían llegado bolitas o galletas de chapapote al litoral francés, pero desde hace dos días la contaminación se presenta en forma de placas de hasta un metro de diámetro y se teme que las condiciones metereológicas agraven la situación. Los profesionales del turismo de Biarritz y San Juan de Luz se mostraban ayer muy preocupados.
Todas las playas del País Vasco francés se encuentran cerradas al público y las 400 personas que participan en su limpieza son insuficientes.
Las autoridades locales de las Landas protestaron porque el dispositivo prometido por el Gobierno no se correspondía con "la realidad que se vive sobre el terreno". El consejo general del departamento votó por unanimidad una petición para que el Estado "ponga en marcha un dispositivo técnico que permita hacer frente a la crisis".
CRITICAS A ESPAÑA
El diario francés Le Monde informó de ciertas divergencias entre España y Francia en cuanto al reparto de las indemnizaciones del Fipol. París sospecha que las autoridades españolas "han hinchado" la factura. El diario hace referencia a fricciones entre españoles y franceses durante las últimas negociaciones con el Fipol en Londres.
Las autoridades francesas no están de acuerdo con los costes de las operaciones de limpieza, que han sido evaluados por España en mil millones de euros (166.000 millones de pesetas). El administrador del Fipol, Mans Jacobsson, calculó el 29 de enero que la descontaminación en España podría costar entre 150 y 200 millones de euros. Al parecer, España se ha comprometido a afinar las cifras.
