La versión restaurada de Tiempos modernos , de Charles Chaplin, ha sido la película que clausuró anoche con todo merecimiento el certamen de cine europeo más importante. Ha sido una gozada poder ver esta obra maestra que, a pesar de los años, sigue plenamente vigente en las inigualables condiciones de audición y visión que ofrecen las dos grandes salas del Palais de Festivals de Cannes.

Por otra parte, hay que reseñar una triste anécdota humana relacionada con el certamen. La actriz Emmanuelle Béart sufrió la pérdida de su compañero sentimental, un productor francés que se suicidó, el jueves 15. Al día siguiente, Béart acudió a Cannes para presentar el filme a concurso de André Techiné Les égarés , del que es protagonista.

Compareció en la conferencia de prensa por la mañana y por la noche subió la alfombra roja en la sesión de gala. El triste suceso se ha conocido hace pocos días. La prensa francesa ha elogiado el profesional comportamiento de la joven y bella actriz en el festival a pesar de lo ocurrido.