TCtorre desde hace tiempo un falso rumor por la red que esta semana ha cobrado un notable protagonismo en los medios de comunicación. Es una especie de leyenda urbana en la que se asegura que el presentador del concurso Saber y Ganar , Jordi Hurtado , está muerto desde hace tiempo, que la televisión pública lo está ocultando y que el espacio diario que se emite en La 2 (¡lleva once años seguidos en antena!) se nutre de grabaciones realizadas antes de su muerte. La trama de la historia es genial, pero si lo piensas bien da la sensación de que en el fondo la televisión pública no ha encontrado nada mejor para sustituir al incombustible presentador y ha tirado de lo que tenía más a mano: viejas grabaciones. Y es que cuando todo se tuerce lo mejor es echar mano de lo que se tiene al lado, por muy raro que parezca. Eso es lo que le ha pasado a Paal Dale , el sacerdote de un pueblo noruego, que en pleno bautismo comprobó que la pila bautismal no se llenaba de agua tras haberse congelado los grifos de la iglesia. La solución fue que el cura utilizó lo que tenía más cerca para bautizar al niño: Coca-Cola con sabor a limón. Eso sí, sin gas. Cuento esto por los refrescos de Zapatero ante la crisis de Gobierno. Entre otros cambios, me parece genial que Angel Gabilondo se haga cargo del Ministerio de Educación y también me agrada que Angeles González-Sinde coja las riendas del de Cultura. Pero lo de Manuel Chaves , eso me da la sensación de que es como utilizar Coca-Cola con limón en vez de agua bendita. Aunque ya esté sin gas. Y además, ¿no les parece que este tipo es como el repetitivo Jordi Hurtado, que está ahí desde siempre?